14 junio 2008

Las Finales de la NBA.


Boston consuma la mayor remontada de la historia de las Finales.

Se vieron partidos aburridos en las dos primeras series de las finales del baloncesto, sin embargo a partir del tercer partido se vivió una gran emoción, sin embargo en el cuanto partido se vivió la angustia para los aficionados de los Celtics de Boston, al ver que su equipo estaba siendo aplastado por una ventaja de 20 puntos durante los 2 primeros cuartos...Pero aquí les presento el resumen de este interesante partido.

Los Angeles Lakers 91 - 97 Boston Celtics

El Staples Center de Los Angeles vivió una jornada histórica. Y no para los Lakers, sino para su eterno rival, Boston Celtics. 24 puntos remontaron (45-21, min.18), haciendo honor a su apelativo, los Orgullosos Verdes. La mayor remontada de la historia en unas Finales. Y encima en el Staples. Gloria divina para una franquicia necesitada de éxitos.

Los de Phil Jackson salieron a por todas, sabedores de que no tenían margen de error. Lamar Odom quiso reivindicarse, tras una discretísima serie. Acabó con 15 puntos la primera parte, pero se diluyó y sólo anotó 4 más en la segunda. Kobe no anotaba, pero daba igual. Pau Gasol, que acabó el partido con 17 puntos y 10 rebotes, defendió de nuevo a Kevin Garnett (16-11). Ambos están por debajo de lo que se esperaba de ellos en las series, pero parece que los Lakers echan más en falta al español que los Celtics a su número 5.

Tras llegarse con 57-40 al descanso, un fulminante 15-31 en el tercer cuarto igualó la serie. Y en los minutos finales, Kobe Bryant, más solo que nunca, no pudo evitar la derrota de los suyos. Sasha Vujacic, el héroe del tercer partido, firmó un 1 de 9 en triples (en progresión de un mítico 2 de 18). A los angelinos pareció pesarles demasiado la responsabilidad y en ataque sólo colaboraron con su MVP realizándole algún que otro bloqueo.

Al final, los Celtics buscaron a Paul Pierce (20 puntos), pero encontraron sobre todo a Ray Allen (19) y James Posey (18), que anotó dos de sus cuatro triples en los últimos minutos. El último, a falta de 1:13, supuso el 87-92 y colocó a los Lakers en una situación desesperada.

Merece la pena detenerse en la trayectoria de Posey. Tras pasar, sin pena ni gloria, por Denver y Houston, el alero coincidió con Pau Gasol durante dos temporadas en Memphis, y Hubie Brown llegó a decir de él que era el mejor jugador del equipo. Luego se marchó a Miami Heat, donde ayudó con su entrega y sus triples a lograr el anillo. Pero salió de la franquicia por la puerta de atrás, peleado con Pat Riley, y ya con 31 años llegó a Boston esta temporada con una salario muy modesto para la NBA: 3 millones de dólares.

La puntilla al partido la puso Allen quien, con 32 años, rompió con una facilidad pasmosa a Sasha Vujacic, de 24, anotando una bandeja que colocaba el 89-94. Irremontable para Lakers, que necesitaban un milagro que no llegó.

Las caras de los angelinos eran un poema. Las propias de unos jugadores que habían echado a perder una ventaja de 24 puntos. 3-1. Ningún equipo ha remontado tres match ball en unas Finales de la NBA. Y parece casi imposible que los Lakers lo puedan lograr. El quinto partido se jugará el próximo domingo (madrugada del domingo al lunes, 3:00 hora española).

Seguro que más de un seguidor céltico deseará la derrota de los suyos para que las series vuelvan a Boston. Y, ahí sí, volver a fumar el puro de la victoria.

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