Desde la llegada de este aparatito, el actual hijo pródigo de Steve Jobs, han surgido varios detalles que no han gustado, dentro de los cuales hoy hablaremos de dos.
El primero reafirma la opinión de Greenpeace con respecto a que Apple es una empresa súmamente contaminante, aunque hay que descargar responsabilidades. Las facturas que llegaron de parte de AT&T de varios iPhones, son documentos que abarcan hasta 100 hojas.
Esto debido a que cualquier dato que el iPhone envía se registra en el sistema y se agrega a la factura aunque tenga un costo de 0.00. ¿Saben cuántos árboles fueron cortados para recibir sus facturas?
El segundo detalle es que los usuarios extrañan el sentir que se oprimen los botones. Esto es debido a que nuestro sentido del tacto está acostumbrado a mandar un mensaje a nuestro cerebro para reafirmar que el boton fue apretado. Esto con las pantallas del iPhone provoca una rara sensación en varias personas.
Ya hay empresas que están trabajando en pantallas táctiles (Nokia es una de ellas) que engañan a nuestro sentido del tacto, haciéndolo creer que oprimió un botón. No es la primera vez que se logra engañar a uno de nuestros sentidos, un ejemplo claro los puntitos de la televisión, desde lejos hacen creer a nuestra vista que estamos viendo una sola imagen.
Información de Noticiasdot y Guardian.
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