Uno ve a Susan Boyle por la calle y no da ni un centavo (céntimo, para nuestros lectores españoles) por ella, pero ella y Paul Potts son el ejemplo más claro de como los seres humanos solemos pre-juzgar. Conozco cantidad de cantantes femeninas con curvas pronunciadas y con un enorme trabajo de mercadotecnia detrás de ellas que no le llegan ni a los talones a esta singular cantante.
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